Cómo dar mantenimiento preventivo a tu chiller industrial INENMEX 1.5 a 15 TRN
- Administrador Del sitio
- 11 jun
- 2 Min. de lectura

El mantenimiento preventivo de un chiller industrial no solo es recomendable: es esencial si se quiere asegurar el rendimiento, la eficiencia energética y la vida útil del equipo. En INENMEX trabajamos con equipos de alta calidad, pero incluso los mejores componentes necesitan atención periódica para seguir funcionando correctamente en las condiciones exigentes de la industria.
Cuando hablamos de chillers, especialmente los modelos IEMIAHD de 1.5 a 15 toneladas, lo primero que debemos entender es que están diseñados para operar con agua en un rango de 12 a 7 grados Celsius, y para mantenerse dentro de ese rango, dependen de un sistema de control electrónico y una serie de componentes que requieren vigilancia regular.
Lo básico empieza por la limpieza del condensador. Esta superficie aletada debe limpiarse cada semana si el entorno genera mucho polvo, o al menos cada 15 o 20 días en condiciones más limpias. Se recomienda usar aire a baja presión para no dañar las aletas. Esta simple acción ayuda a mantener la eficiencia del sistema, evitando sobrecargas y paros por presión.
Dentro del equipo también es importante realizar una limpieza cada dos semanas. Esto permite detectar posibles fugas de refrigerante, escurrimientos de aceite o acumulaciones de suciedad. En este punto también es buena idea revisar conexiones eléctricas y asegurarse de que no haya contactos sueltos o sobrecalentados. Esta inspección debe repetirse al menos una vez al mes.
El anticongelante es otro elemento que a veces se pasa por alto. Su función no es solo evitar congelamientos, también protege contra la corrosión interna del sistema. Cada tres meses conviene revisar la mezcla y reponer lo necesario para mantener el porcentaje correcto. Además, durante ese mismo intervalo se deben verificar los ventiladores, limpiar sus álabes, y verificar que no haya daño en el aislamiento térmico de los tubos y el depósito de agua.
Cada seis meses se recomienda comprobar con personal técnico calificado el control de presión y el termostato de seguridad. Son componentes delicados y su calibración debe mantenerse precisa para que el sistema reaccione adecuadamente ante sobrecargas o condiciones de temperatura fuera de lo normal.
Como ves, no se trata de procesos complicados, pero sí de constancia. Llevar un registro mensual del consumo eléctrico también te puede dar señales tempranas de cualquier desviación que indique desgaste en motores o pérdida de rendimiento.
En resumen, un chiller bien mantenido es una inversión que se cuida sola. Evita reparaciones costosas, mantiene tu producción estable y prolonga la vida útil del equipo. Si tienes dudas o quieres conocer más detalles técnicos, en INENMEX podemos orientarte con gusto.
Comments